Santa Leocadia de Castrillo de Valdelomar


Al Oeste de Valderredible, sobre una peña rocosa encontramos la Iglesia de Santa Leocadia, en la localidad de Castrillo de Valdelomar.  Tenemos constancia de esta localidad desde principios del siglo XIII, ya que aparece reflejada en el Cartulario de Santa María de Aguilar de Campoo. Ya a mediados del XIV, en el Becerro de Behetrías aparece reflejado con el nombre de Castriello de Valde Lomar. La Iglesia se sitúa sobre un promontorio rocosa, que la hace visible desde la lejanía, en una zona en la que se situa una enorme necrópilis medieval de tumbas excavadas en roca.

La Iglesia, del siglo XIII, consta de una sola nave y aunque reformada, aún tiene notorios esbozos de su pasado tardorománico. La nave es rectangular de mediana altura y tiene la cornisa recorrida por canecillos de proa de nave aun bien conservados.  

A la portada se accede a través de un pequeño cobertizo cerrado por medias murallas de sillería. Es una portada sencilla, con arquivoltas apuntadas sobre dos columnas con capiteles con decoración vegetal, tal como podemos ver en las imágenes inferiores .En la muralla derecha del cobertizo, según accedemos a la portada, podemos encontrar una cruz patada incisa de incierta datación.

En lo referente al ábside, es semicircular, y consta de tres paños separados por contrafuertes. En el centro hay una ventana con dos arquivoltas sobre columnas con capiteles, uno con decoración vegetal y otro con decoración iconográfica.

Originalmente debió existir una espadaña exenta al estilo de otras iglesias de la zona de Valderredible, que posteriormente se reformó añadiendo la actual torre prismática que albergaba el campanario. A él se accede por una desvencijada escalera de madera, que nos transporta a tiempos pasados, y que solo es apta para valientes. 

El interior, sencillo y evocador destaca por su arco triunfal, apuntado, con capiteles sencillos de motivos vegetales. Alberga además una curiosa pila bautismal de cuba cuadrada, única en todo el valle.

Se trata de una visita obligada en la zona de Valderredible, ya que tanto el entorno, como la necrópolis, como la misma Iglesia, tienen un acceso bastante sencillo, a través de una pequeña cuesta sin ninguna dificultad y nos hará disfrutar de un paisaje precioso y de una construcción esbelta que aún nos remite a tiempos de románico.  

Más Información:

  • Miguel Ángel García Guinea, Románico en Cantabria, Ediciones de Librería Estudio, 1996. 
  • Vicente Herbosa, El románico en Cantabria, Ediciones Lancia, 2002.
  • http://www.romanicodigital.com

Fotografías y Textos ©Óscar M. Ruiz

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